La Justicia Federal de La Plata elevó el primer tramo del expediente que tiene siete imputados por crímenes cometidos en dictadura contra más de 200 víctimas. Se ventilará lo ocurrido en La Noche de los Lápices.
El Pozo de Banfield, uno de los centros clandestinos de detención y tortura
La Justicia Federal de La Plata elevó la causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura contra más de dos centenares de víctimas en el centro clandestino de detención de la Policía Bonaerense conocido como Pozo de Banfield, en el que se encuentran involucrados siete imputados, según informó la Fiscalía Federal de La Plata. Entre los hechos que se ventilarán en el juicio figura lo ocurrido a los chicos de la Noche de los Lápices.
La causa fue elevada por el titular del juzgado federal Nº 3, Arnaldo Corazza, y fue asignada al Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 de La Plata, integrado por los jueces Jorge Micheli, Nelson Jarazzo y Alejandro Esmoris.
El expediente lleva el Nº 26 e investiga los delitos cometidos en el centro clandestino que funcionó en la Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Banfield, ubicado en las calles Siciliano y Vernet en el partido de Lomas de Zamora, que integró la red de campos de detención, tortura y exterminio de la Bonaerense conocido como Circuito Camps.
En la causa están imputados los policías Miguel Etchecolatz, Juan Miguel Wolk (que era titular de esa Brigada) y el comisario Raúl Carlos Rodríguez, el gobernador de la provincia durante la dictadura, el general del Ejército Ibérico Manuel Saint Jean, su ministro de gobierno, el abogado Jaime Lamont Smart, al ex subjefe de la policía, el coronel Rodolfo Aníbal Campos.
De todos los imputados, Wolk había sido dado por muerto hasta que Marta Ungaro, hermana de Francisco Ungaro, una víctima de La Noche de los Lápices, lo descubrió en Mar del Plata cuando iba a cobrar una jubilación.
En la última audiencia del juicio por el Circuito Camps, el sobreviviente Diego Barreda recordó que el centro clandestino de Banfield “era una especie de depósito de gente a la espera de la disposición final”.
El centro está consignado como una maternidad clandestina por las Abuelas de Plaza de Mayo. Se sospecha que pasaron por el lugar, al menos, 16 mujeres embarazadas de las cuales la mayoría dio a luz en ese centro. De todas ellas sólo una fue liberada: Adriana Calvo, quien conservó a su hija, Teresa, nacida en cautiverio.
La causa comenzó a fines de febrero de del año 2006, a raíz de la denuncia presentada por la agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.). Las Abuelas de Plaza de Mayo también son querellantes en la causa junto a otros organismos de derechos humanos, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y querellantes particulares. La AEDD, TAMBIÉN PARTICIPA
Por Pablo Roesler- pabloroesler@gmail.com
El Pozo de Banfield, uno de los centros clandestinos de detención y tortura
La Justicia Federal de La Plata elevó la causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura contra más de dos centenares de víctimas en el centro clandestino de detención de la Policía Bonaerense conocido como Pozo de Banfield, en el que se encuentran involucrados siete imputados, según informó la Fiscalía Federal de La Plata. Entre los hechos que se ventilarán en el juicio figura lo ocurrido a los chicos de la Noche de los Lápices.
La causa fue elevada por el titular del juzgado federal Nº 3, Arnaldo Corazza, y fue asignada al Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 de La Plata, integrado por los jueces Jorge Micheli, Nelson Jarazzo y Alejandro Esmoris.
El expediente lleva el Nº 26 e investiga los delitos cometidos en el centro clandestino que funcionó en la Brigada de Investigaciones de la Policía Bonaerense de Banfield, ubicado en las calles Siciliano y Vernet en el partido de Lomas de Zamora, que integró la red de campos de detención, tortura y exterminio de la Bonaerense conocido como Circuito Camps.
En la causa están imputados los policías Miguel Etchecolatz, Juan Miguel Wolk (que era titular de esa Brigada) y el comisario Raúl Carlos Rodríguez, el gobernador de la provincia durante la dictadura, el general del Ejército Ibérico Manuel Saint Jean, su ministro de gobierno, el abogado Jaime Lamont Smart, al ex subjefe de la policía, el coronel Rodolfo Aníbal Campos.
De todos los imputados, Wolk había sido dado por muerto hasta que Marta Ungaro, hermana de Francisco Ungaro, una víctima de La Noche de los Lápices, lo descubrió en Mar del Plata cuando iba a cobrar una jubilación.
En la última audiencia del juicio por el Circuito Camps, el sobreviviente Diego Barreda recordó que el centro clandestino de Banfield “era una especie de depósito de gente a la espera de la disposición final”.
El centro está consignado como una maternidad clandestina por las Abuelas de Plaza de Mayo. Se sospecha que pasaron por el lugar, al menos, 16 mujeres embarazadas de las cuales la mayoría dio a luz en ese centro. De todas ellas sólo una fue liberada: Adriana Calvo, quien conservó a su hija, Teresa, nacida en cautiverio.
La causa comenzó a fines de febrero de del año 2006, a raíz de la denuncia presentada por la agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.). Las Abuelas de Plaza de Mayo también son querellantes en la causa junto a otros organismos de derechos humanos, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y querellantes particulares. La AEDD, TAMBIÉN PARTICIPA
Por Pablo Roesler- pabloroesler@gmail.com
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