La justicia federal de La Plata ordenó la captura de más de una veintena de militares, policías y civiles, tres de los cuales fueron reconocidos por un sobreviviente. Uno de ellos, Tomás Rotella, fue procesado por primera vez en una causa por delitos cometidos en dictadura.
La justicia federal ordenó la captura de 23 militares, policías y civiles en la causa que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Quilmes de la Policía Bonaerense. Entre ellos se encuentra el ex policía Tomás Rotella, ex miembro de la Unidad Regional de La Plata acusado de ser autor directo de secuestros y torturas junto al imputado en el juicio por el Circuito Camps, Carlos “el Oso” García y otro policía que aún no fue detenido.
La orden de detención fue emitida el lunes por el juez federal Nº3 Arnaldo Corazza contra 23 imputados del Ejército, la Policía y civiles, de los cuales 21 ya están involucrados en otras causas judiciales. De todos, tres ex policías que fueron reconocidos por un sobreviviente están imputados como autores materiales de privación ilegal de la libertad y tormentos. El resto son considerados autores mediatos.
Uno de los tres acusados de ser autores materiales es el ex policía Tomás Rotella, quien quedó procesado por primera vez en una causa judicial el martes tras ser indagado. Lo mismo le ocurrió, aunque en otra causa, a su superior Julio César Garachico. También está imputado por primera vez el ex policía que aún no fue detenido.
Otro de los presuntos autores materiales es Carlos “El Oso” García, ex policía de la Unidad Regional de La Plata quien se encuentra sentado en el banquillo de los acusados en el juicio que realiza el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de La Plata por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención del Circuito Camps.
Los pedidos de detención habían sido pedidos hace alrededor de cinco años por la Unidad Fiscal Federal de La Plata, que en total elevó 101 pedidos de detenciones por esta causa. Hasta la fecha, se produjeron las 23 detenciones del lunes y otras cuatro anteriores, las de la cúpula: el comisario Miguel Etchecolatz, el ex ministro de Gobierno Jaime Lamont Smart, el segundo de la Bonaerense, general Anibal Cámpos y del jefe de la Brigada de Quilmes, Lucas Belich.
Entre los detenidos de la causa están, también, el abogado Juan María Torino, quien fue secretario del entonces ministro de Gobierno Jaime Smart, y el jefe del destacamento de inteligencia 101 del Ejército, Jorge Olivera Rovere.
El Pozo. La causa por los crímenes cometidos contra 204 víctimas en el centro que funcionó en la brigada de Investigaciones de Quilmes.
El centro comenzó a funcionar antes de la dictadura y en n la causa se investigan los delitos allí cometidos desde 1975 hasta 1979.
La brigada funcionó en esa dependencia policial hasta el 1 de enero de 1977, cuando por los acuerdos “antisubversivos” entre las fuerzas, la Policía lo cedió al Ejército. Sin embargo, el centro clandestino continuó funcionando, ahora como en un marco de máxima ilegalidad y clandestinidad.
Recién en el año 80 el edificio fue devuelto a la Bonaerense, que instaló allí la brigada femenina. Actualmente volvió a sus funciones primigenias: es sede de la DDI Quilmes.
La justicia federal ordenó la captura de 23 militares, policías y civiles en la causa que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en el centro clandestino de detención que funcionó en la Brigada de Investigaciones de Quilmes de la Policía Bonaerense. Entre ellos se encuentra el ex policía Tomás Rotella, ex miembro de la Unidad Regional de La Plata acusado de ser autor directo de secuestros y torturas junto al imputado en el juicio por el Circuito Camps, Carlos “el Oso” García y otro policía que aún no fue detenido.
La orden de detención fue emitida el lunes por el juez federal Nº3 Arnaldo Corazza contra 23 imputados del Ejército, la Policía y civiles, de los cuales 21 ya están involucrados en otras causas judiciales. De todos, tres ex policías que fueron reconocidos por un sobreviviente están imputados como autores materiales de privación ilegal de la libertad y tormentos. El resto son considerados autores mediatos.
Uno de los tres acusados de ser autores materiales es el ex policía Tomás Rotella, quien quedó procesado por primera vez en una causa judicial el martes tras ser indagado. Lo mismo le ocurrió, aunque en otra causa, a su superior Julio César Garachico. También está imputado por primera vez el ex policía que aún no fue detenido.
Otro de los presuntos autores materiales es Carlos “El Oso” García, ex policía de la Unidad Regional de La Plata quien se encuentra sentado en el banquillo de los acusados en el juicio que realiza el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº1 de La Plata por los crímenes de lesa humanidad cometidos en los centros clandestinos de detención del Circuito Camps.
Los pedidos de detención habían sido pedidos hace alrededor de cinco años por la Unidad Fiscal Federal de La Plata, que en total elevó 101 pedidos de detenciones por esta causa. Hasta la fecha, se produjeron las 23 detenciones del lunes y otras cuatro anteriores, las de la cúpula: el comisario Miguel Etchecolatz, el ex ministro de Gobierno Jaime Lamont Smart, el segundo de la Bonaerense, general Anibal Cámpos y del jefe de la Brigada de Quilmes, Lucas Belich.
Entre los detenidos de la causa están, también, el abogado Juan María Torino, quien fue secretario del entonces ministro de Gobierno Jaime Smart, y el jefe del destacamento de inteligencia 101 del Ejército, Jorge Olivera Rovere.
El Pozo. La causa por los crímenes cometidos contra 204 víctimas en el centro que funcionó en la brigada de Investigaciones de Quilmes.
El centro comenzó a funcionar antes de la dictadura y en n la causa se investigan los delitos allí cometidos desde 1975 hasta 1979.
La brigada funcionó en esa dependencia policial hasta el 1 de enero de 1977, cuando por los acuerdos “antisubversivos” entre las fuerzas, la Policía lo cedió al Ejército. Sin embargo, el centro clandestino continuó funcionando, ahora como en un marco de máxima ilegalidad y clandestinidad.
Recién en el año 80 el edificio fue devuelto a la Bonaerense, que instaló allí la brigada femenina. Actualmente volvió a sus funciones primigenias: es sede de la DDI Quilmes.
Por Pablo Roesler - pabloroesler@gmail.com
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